Hacemos lo que antaño hicimos y es el tiempo que dedicamos a nuestros muebles lo que los hace eternos.i.

Primero que nada está el tiempo: el ojo atento de nuestro artesano elige la mejor madera a utilizar y luego la corta, seleccionando las mejores piezas. Luego se juntan y así es como toma forma nuestro trabajo.
El mueble pasa luego a manos del lustrin, así llamamos al artesano que pinta el mueble. Da definición a todos los detalles, haciéndolos cobrar alma. A esta fase le sigue la de rasgado, una mano experta pasa un trapo por la superficie que retira el tinte en los puntos donde la madera, naturalmente, no lo ha absorbido. Una vez seco el producto se vuelve a lijar y aquí se realizan más o menos pasos dependiendo del efecto y estilo que queramos darle a nuestro mueble.e.
La capa final da un velo protector al producto y si el producto es clásico, también se aplica una cera de abejas protectora natural. Finalmente, el mueble es controlado por ojos expertos que controlan personalmente que el producto cumpla con los estándares de calidad Piombini y sólo al final se coloca la marca sobre cuero auténtico y siempre a mano.o.

Todo esto está hecho única y exclusivamente a mano y en Italia por personas expertas.